Estudiantes del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicio 165 de Coatepec, Ver., representaron a México y ganaron el Diploma de Excelencia en el 2016 Stockholm Junior Water Prize. La ceremonia de premiación se realizó, el pasado martes 30 de agosto, como parte de las actividades de la Semana Mundial del Agua en Estocolmo, fue presidida por el Príncipe Carl Philip de Suecia.

En este certamen participaron equipos de jóvenes científicos representando a 29 países, quienes presentaron proyectos que fomentan el cuidado del agua y del medio ambiente.

Los mexicanos Eunice Yaneli Masegosa Gaona, Gabriel David Alejandro Trujillo y Carlos Castellanos Domínguez (recién egresados de la especialidad de electrónica del CBTis No. 165), asesorados por el profesor Manuel Guevara Huerta, concursaron en el Premio Nacional Juvenil del Agua 2016, en el que obtuvieron el primer lugar y el derecho a representar a México, en el 2016 Stockholm Junior Water Prize, celebrado en Estocolmo, Suecia, con el proyecto “Sistema fitoelectrodepurador agroecológico”; prototipo que es una innovadora propuesta para el tratamiento de aguas residuales.

El jurado  expresó: “Este equipo hizo a bien construir y operar un sistema que se investiga a menudo, pero rara vez se implementa bien. Su solución es accesible y de práctica sencilla; mediante la selección de plantas locales, que es una innovación rentable para ponerla en práctica, y al mismo tiempo científicamente sofisticada”.

El proyecto surgió al percibir como el aumento de la población, el desarrollo tecnológico e industrial a nivel mundial y la escasez del agua potable como recurso, han generado un incremento en la producción de aguas residuales y la consecuente contaminación de la mayoría de los cuerpos de agua.

Al atender esta problemática, derivada de una mala administración del recurso vital, se ha generado la necesidad de innovar y diseñar  nuevas técnicas para su depuración y potabilización, con la finalidad de hacerlas reutilizables  hasta para consumo humano, ya que no deben ser calificadas como un residuo totalmente inutilizable. En este sentido, en la agroecología el agua se considera como materia prima, en virtud de que contienen una serie de elementos útiles como el agua misma, la materia orgánica, algunas sales y otros productos aprovechables para producir alimentos.

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